En más de 1.000 hogares y un centenar de establecimientos avanzamos hacia el desperdicio cero

La Mancomunidad El Brusco, que agrupa a los municipios de Argoños, Arnuero, Bareyo, Escalante, Liérganes y Ribamontán al Monte, ha dado un paso firme y crucial en su compromiso con la Economía Circular y la sostenibilidad ambiental con la reciente implantación del contenedor marrón, destinado a la recogida selectiva de la fracción orgánica de los residuos. Esta medida no solo responde a las directrices europeas y nacionales, sino que sitúa a la Mancomunidad a la vanguardia en la gestión de residuos orgánicos, que representan cerca del 40% del total de la basura generada.

Desde el pasado 9 de octubre, la Mancomunidad ha desplegado un ambicioso plan de acción puerta a puerta para asegurar que toda la población y el tejido empresarial comprendan la importancia y el correcto uso de este nuevo sistema.

En total, hasta la fecha, hemos tenido la oportunidad de compartir esta información con más de 200 vecinos y hemos procedido a la entrega de nuestras Guías para la Ciudadanía en más de 1.000 hogares y Guías para Comerciantes y Hosteleros en un centenar de establecimientos.

🌱 De residuos a recursos

La correcta separación de los biorresiduos en el contenedor marrón no es solo un gesto de civismo, sino un acto con un enorme impacto positivo en el medio ambiente y la economía local:

  1. Generación de compost de calidad: La materia orgánica recogida se transforma en compost, un abono natural de alto valor que puede ser utilizado en agricultura y jardinería, cerrando el ciclo de la materia y reduciendo la dependencia de fertilizantes químicos.
  2. Reducción de residuos en vertedero: Al desviar la fracción orgánica, se disminuye significativamente el volumen de residuos que terminan en los vertederos.
  3. Lucha contra el cambio climático: Se evita la emisión de gases de efecto invernadero, principalmente metano, que se producen cuando la materia orgánica se descompone sin oxígeno en los vertederos.

La Mancomunidad El Brusco, consciente de su papel como motor de cambio, ha recibido un importante impulso a través de fondos europeos destinados a la implantación del quinto contenedor, lo que garantiza la dotación de la infraestructura necesaria para este ambicioso proyecto. El objetivo final es claro: alcanzar los máximos niveles de recuperación de materiales y acercarse cada día más a la meta de «Desperdicio Cero» en nuestro territorio.