¿Tienes mascotas? Sus residuos al contenedor verde
Si eres dueño de una mascota, seguramente te has preguntado alguna vez dónde deben ir sus residuos. Aunque son de origen orgánico, no todos los desechos de nuestros amigos peludos son aptos para el compostaje o para el contenedor marrón de fracción orgánica.
¿Por qué estos residuos no van al contenedor marrón?
Es cierto que elementos como el pelo de nuestras mascotas o sus excrementos provienen de seres vivos, lo que los clasifica como orgánicos. Sin embargo, hay una razón importante por la que deben ser depositados en el contenedor destinado a la fracción resto, y no en el marrón destinado a la materia orgánica compostable.
Los excrementos de mascotas, especialmente los de perros y gatos, pueden contener patógenos, parásitos y bacterias que no son eliminados eficazmente en todos los procesos de compostaje. Si estos patógenos llegaran al compost que luego se utiliza para abonar parques o cultivos, podrían representar un riesgo para la salud pública y el medio ambiente. Por esta razón, se les considera «impropios» para la recogida de residuos orgánicos y deben ir al contenedor de «resto» para su tratamiento adecuado.
De manera similar, pensemos en la arena sanitaria para gatos. Aunque se usa para un residuo orgánico, la arena en sí misma es, en la mayoría de los casos, de origen inorgánico. Comúnmente está hecha de materiales como bentonita, sílice o sepiolita, que no se biodegradan ni se descomponen en el proceso de compostaje. Al igual que los excrementos, la arena sanitaria debe ir siempre al contenedor de fracción resto.
Separar correctamente los residuos de nuestras mascotas es un pequeño gesto que tiene un gran impacto en la calidad del compost final y en la eficiencia de los sistemas de reciclaje de tu municipio. ¿Conocías estas diferencias en la gestión de residuos de mascotas?






